sábado, 16 de febrero de 2008

HAMPA (2 de 2)

Empezó un nuevo curso y el capo intentó que la presidencia recayera en la presencia maléfica que antes había mencionado (en plan Aznar vamos). Ella se basaba (y obsérvese que ya ni estaba en el colegio) en que cualquiera no podía ser presidente por que no conocíamos a los inmigrantes que había con nosotros y en las cuentas del AMPA había dinero. La directora del colegio explicó que no podía ser así sino que el presidente era un cargo electo entre los representantes del AMPA. En la siguiente reunión A. salió elegido como presidente. Y entonces empezó la “vendetta”. Normalmente yo tomaba café con algunas de las mamás del ampa, después de que saliera elegido A. (por votación, recalco) me encontré que ya no tenía silla en la cafetería. Poco a poco, dejaron de saludarme y me giraban la cara si me encontraban en la calle. Durante estos largos años he estado aguantando desaires y comentarios maledicientes. Pero es que llevamos una semana aguantando que el hijo quinqui de Maléfica me intente arrollar con el monopatín delante de la sonrisa de gato de Cheshire de su madre. ¡Que se le va a hacer! De tal palo tal astilla. Por lo menos ahora me puedo desahogar en el blog ¡ea!
(Nota al pie: el proyecto educativo –cosa de la que muchos padres no han oído ni hablar de los coles de sus hijos- del colegio de nuestra hija es de los mejores del momento. Los resultados son muy buenos y estamos felices. Ya llevamos años que “hacen cola para matricularse en este cole”)

1 comentario:

Gatxan dijo...

Osti és que lo dels pobles no té nom, eh? Hi ha gent que té molta mala llet i molt poca cosa a fer... I no sé fins a quin punt s'adonen del mal que fan i de lo estèrils que són les seves "guerres". En fi... Me n'alegro que l'escola de la teva filla sigui tan bona.